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En cirugías que involucran la cabeza, el cuello y otras áreas sensibles, la monitorización intraoperatoria (MIO) con el sistema AVALANCHE permite supervisar nervios críticos para prevenir daños permanentes y asegurar la funcionalidad postoperatoria. A continuación, se detallan los nervios más comunes que se monitorizan durante procedimientos complejos:
1. Nervio Facial (VII par craneal)
Es fundamental en cirugías de la glándula parótida y el oído medio, ya que controla los músculos responsables de la expresión facial. Una lesión en este nervio puede resultar en parálisis facial, afectando la simetría del rostro y la capacidad de realizar expresiones básicas.
Monitorización: La MIO permite identificar y proteger el nervio facial en tiempo real, alertando al equipo quirúrgico sobre su proximidad para evitar daños involuntarios.
2. Nervio Laríngeo Recurrente
Este nervio es especialmente importante en la tiroidectomía, ya que inerva las cuerdas vocales. Una lesión en el nervio laríngeo recurrente puede provocar disfonía (cambios en la voz) o incluso dificultades respiratorias.
Monitorización: Durante la extirpación de la tiroides o intervenciones en el cuello, AVALANCHE monitorea la actividad del nervio y alerta de cualquier variación, permitiendo al cirujano ajustar su técnica para evitar el daño.
3. Nervio Laríngeo Superior
Este nervio, una rama del nervio vago, es esencial para el control del tono de voz y la protección de las vías respiratorias superiores. Su lesión puede causar una pérdida en la capacidad de modular la voz.
Monitorización: La MIO con AVALANCHE ayuda a identificar la ubicación y función del nervio laríngeo superior durante la cirugía, brindando datos que permiten minimizar los riesgos de lesión.
4. Nervio Hipogloso (XII par craneal)
Este nervio controla los músculos de la lengua y es vital para el habla y la deglución. Su protección es importante en cirugías que implican el cuello y la base del cráneo.
Monitorización: AVALANCHE proporciona una observación continua de la función del nervio hipogloso, evitando complicaciones que podrían afectar la movilidad y función de la lengua.
5. Nervio Glosofaríngeo (IX par craneal)
Este nervio participa en la sensación gustativa del tercio posterior de la lengua y contribuye al reflejo de la deglución. Lesionarlo puede llevar a dificultades para tragar y pérdida de sensibilidad en la garganta.
Monitorización: Con el sistema AVALANCHE, los cirujanos pueden supervisar la actividad del nervio glosofaríngeo, asegurando que se mantenga intacto durante la intervención.
6. Plexo Faríngeo
Este plexo, formado por fibras de los nervios vago y glosofaríngeo, inerva los músculos de la faringe y contribuye a la elevación del paladar blando y la deglución. Su protección es crucial en cirugías que involucran la faringe.
Monitorización: La MIO permite la evaluación del plexo faríngeo, ayudando a preservar la función de la deglución y evitar problemas postoperatorios como disfagia.
*Son muchos otros los nervios que pueden ser Monitorízanos, esto es una relación de los más habituales.
Conclusión
La monitorización de estos nervios es esencial en cirugías complejas, especialmente aquellas relacionadas con la otorrinolaringología, la cirugía de la glándula tiroides y los procedimientos de cabeza y cuello. El sistema AVALANCHE proporciona a los cirujanos una herramienta avanzada para garantizar la seguridad del paciente y optimizar los resultados quirúrgicos, protegiendo las funciones motoras y sensitivas clave que impactan directamente en la calidad de vida.
Incorporar la MIO en procedimientos quirúrgicos asegura que los riesgos se minimicen y que los pacientes puedan disfrutar de una recuperación sin complicaciones significativas.