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APLICACIÓN DE LÁSER AZUL EN ESTAPEDECTOMÍA Y ESTAPEDOTOMÍA
Una técnica prometedora
Tratamiento
La estapedectomía y estapedotomía son los tratamientos más adecuados para la otoesclerosis, una enfermedad que causa un endurecimiento anormal de los huesos del oído produciendo pérdida auditiva.
Se trata de una intervención quirúrgica que se realiza en el oído medio con el fin de sustituir el hueso estribo que ha quedado calcificado y está limitando la transmisión del sonido.
Por este motivo, el hueso estribo debe ser sustituido parcial (estapedotomía) o totalmente (estapedectomía) por una prótesis que devuelva el movimiento a la pletina, membrana que hace que las ondas sonoras se transformen en impulsos eléctricos interpretables por el cerebro.
Es una intervención relativamente sencilla, que se realiza con sedación y no deja cicatriz. Una vez anestesiado el paciente y retirada la membrana timpánica se accede al oído medio, donde el cirujano extrae el estribo y lo sustituye por una prótesis que queda fijada en la pletina del oído. Hasta ahora esta prótesis se fijaba abriendo unos orificios en la pletina con la ayuda de una fresa eléctrica o un láser de CO2. Ahora, el nuevo láser azul, con una longitud de onda de 445nm, permite una mayor precisión y control en el tejido gracias a su alto nivel de coagulación y vaporización.
Beneficios de intervenir con el láser azul
El láser azul es un tipo de láser de microchip que tiene una longitud de onda de 445nm lo que lo convierte en el láser con mayor poder de absorción de hemoglobina en el mercado. Este alto poder de absorción hace que sea un láser muy controlable, con gran capacidad fotoangiolítica y de corte sin necesidad de contacto con el tejido. Esta característica es muy importante a la hora de trabajar en campos quirúrgicos muy reducidos como es el caso del oído, ya que reduce el sangrado y favorece la buena visibilidad del cirujano.
Además el láser azul produce menos calor que los láseres tradicionales utilizados en este campo, lo que hace que el daño a tejidos cercanos sea menor y acelera la recuperación del paciente.
El láser azul trabaja con fibras de 300, 400 y 600 micras que actúan coagulando o vaporizando en función de la potencia, duración de pulso y distancia con el tejido. La curva de aprendizaje es mínima y el efecto es más eficaz que el producido por láseres convencionales como el de CO2.wf
El láser azul trabaja con fibras de 300, 400 y 600 micras que actúan coagulando o vaporizando en función de la potencia, duración de pulso y distancia con el tejido. La curva de aprendizaje es mínima y el efecto es más eficaz que el producido por láseres convencionales como el de CO2.wf