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¿Qué es?, ¿Cómo funciona? y ¿Por qué utilizar la neuromonitorizacion de los nervios faciales?
La cirugía facial ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, brindando resultados cada vez más precisos y satisfactorios para los pacientes. Sin embargo, incluso en procedimientos aparentemente rutinarios, existe un riesgo inherente de daño a las estructuras nerviosas que atraviesan la región facial. Es en este contexto que la monitorización de los nervios faciales surge como una herramienta esencial, no solo para guiar a los cirujanos durante el procedimiento, sino también para prevenir complicaciones potencialmente devastadoras.
Nervios Faciales
Los nervios faciales son una red compleja de fibras nerviosas que controlan los músculos faciales, la sensibilidad táctil y la transmisión de señales sensoriales hacia el cerebro. Estos nervios son responsables de una serie de funciones vitales, entre las que destacan la expresión facial, la masticación, el habla y la deglución. Su ubicación superficial y su papel crucial en la función facial los hacen particularmente vulnerables durante los procedimientos quirúrgicos en la región facial.
La monitorización de los nervios faciales es un procedimiento intraoperatorio que se realiza mediante electrodos en áreas específicas de la cara, lo que permite a los cirujanos ajustar su técnica quirúrgica para minimizar el riesgo de lesiones nerviosas. Se utiliza principalmente en cirugías que implican la manipulación cercana o directa de los nervios faciales, como la cirugía de tiroides, parótida, mastoides, cirugía maxilofacial y cirugía plástica facial.
Este proceso se lleva a cabo mediante la estimulación eléctrica de los nervios faciales, lo que permite detectar cualquier cambio en la función nerviosa antes de que se produzca un daño permanente. La monitorización proporciona retroalimentación en tiempo real al cirujano, permitiéndole ajustar su técnica quirúrgica para minimizar el riesgo de lesiones nerviosas.
Beneficios de la monitorización de los nervios faciales
El uso intraoperatorio del monitor del nervio facial cuenta con numerosos beneficios, entre ellos cabría destacar:
- Mejora la identificación precisa del nervio evitando así posibles daños del mismo. Esto se vuelve especialmente importante cuando la anatomía está distorsionada producto de una enfermedad o por variaciones anatómicas inesperadas.
- Reducción del riesgo de daño permanente: la utilización del monitor de nervio facial permite al cirujano detectar rápidamente cualquier daño evitando así que este sea permanente.
- Ayuda a reducir el tiempo de la cirugía así como el estrés del cirujano.
- Ayuda a pronosticar la función nerviosa mediante la interpretación de las respuestas.
Por otra parte, la monitorización puede prevenir una serie de complicaciones potencialmente graves asociadas a la cirugía facial. Algunas de las complicaciones más comunes pueden ser:
- Parálisis facial: El daño a los nervios faciales puede resultar en una pérdida total o parcial de la función muscular en un lado de la cara, lo que conlleva a una parálisis facial temporal o permanente.
- Alteraciones sensoriales: La manipulación de los nervios faciales puede causar sensaciones anormales, como entumecimiento, hormigueo o sensibilidad disminuida en la cara.
- Disfunción en la masticación y la deglución: El daño a los nervios que controlan los músculos de la masticación y la deglución puede provocar dificultades para comer y tragar.
- Cambios en la expresión facial: Una lesión en los nervios faciales puede resultar en cambios permanentes en la expresión facial, como la incapacidad para sonreír o cerrar completamente los ojos.
En resumen, la monitorización de los nervios faciales desempeña un papel fundamental en la cirugía facial al proporcionar una guía en tiempo real para preservar la función nerviosa durante los procedimientos quirúrgicos. Al identificar y prevenir el daño nervioso, esta técnica ayuda a minimizar las complicaciones postoperatorias y a mejorar los resultados quirúrgicos, garantizando así una experiencia más segura y satisfactoria tanto para los profesionales como para los pacientes. En un campo donde la precisión y la delicadeza son cruciales, la monitorización de los nervios faciales emerge como un aliado invaluable para los cirujanos, promoviendo la excelencia en el cuidado facial.