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Celebramos el Día Mundial de Concienciación del Linfoma
Este 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre Linfoma, un tipo de cáncer de la sangre que se manifiesta en órganos del sistema linfático.
Sin embargo, existe un fuerte desconocimiento en torno a esta enfermedad. Tanto en la comunidad como entre profesionales de la salud, hay diversos e importantes malentendidos y poca información sobre este tipo de cáncer. De hecho, la gran mayoría de los pacientes ignoraba qué era el linfoma antes del diagnóstico.
Con este día se pretende concienciar a la población general respecto al grave impacto que tienen los diversos tipos de linfoma sobre la vida de los pacientes, así como también promover prácticas que faciliten el diagnóstico temprano y oportuno de esta enfermedad.
“Junto con la leucemia y el mieloma representan la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo.”
No obstante, es mucho lo que aún falta por hacer, ya que muchos de los síntomas iniciales (como fiebre, sudoración nocturna, cansancio y hasta inflamación de los ganglios linfáticos) pueden llegar a confundirse con los de otras enfermedades.
Información general celebrando el día mundial de concienciación sobre linfoma
¿Qué es un linfoma?
Los linfomas son tumores (tipo de cáncer de la sangre) que se manifiesta en órganos del sistema linfático, que se desarrollan en los ganglios del sistema linfático y también en otras áreas u órganos que contienen tejido linfoide. Afecta principalmente a los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Junto con la leucemia y el mieloma representan la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo.
“El linfoma es un tipo de cáncer de la sangre que comienza en los glóbulos blancos.”
¿Qué tipos de linfomas existen?
Los linfomas se clasifican en 2 tipos: Linfoma de Hodgkin y Linfoma No Hodgkiniano. Dentro de estos dos tipos, la Organización Mundial de la Salud engloba entre los linfomas algunas enfermedades como la leucemia, el mieloma múltiple, el HIV/SIDA, y las enfermedades inmuno-proliferativas.
Linfoma de Hodgkin
Principalmente lo padecen personas jóvenes, y con más frecuencia hombres que mujeres. Su incidencia es de aproximadamente 2 – 3 casos por cada 100.000 habitantes en Europa, debutando en España 1.300 casos al año (fuente: Globocan). A día de hoy, se desconoce la causa de su aparición, sin embargo, existen evidencias que demuestran que haber pasado por una infección producida por algunos virus contribuye a algunos casos. Del mismo modo, las personas con infección por VIH pueden tener un mayor riesgo que la población general.
Linfoma no-HODGKIN
Existen más de 60 tipos diferentes de linfoma no-Hodgkin (LNH), que pueden ubicarse en dos grupos: agresivos o indolentes. El tipo de LNH indolente más frecuente es el linfoma folicular (LF). La mayoría de los casos de LNH comienzan en los linfocitos-B, células que forman parte del sistema inmunitario y ayudan a proteger al organismo contra infecciones. Las células B del linfoma se desarrollan cuando se vuelven cancerosas y comienzan a multiplicarse y agruparse en el sistema linfático (en los ganglios linfáticos, los tejidos linfáticos o el bazo).
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Enfermedad de Hodgkin (10% de los linfomas)
- Leucemia linfocítica crónica
- Linfoma cutáneo de células T
- Linfoma cutáneo de linfocitos B
- Linfoma de Hodgkin (enfermedad de Hodgkin)
- Linfoma no hodgkiniano
- Macroglobulinemia de Waldenström
A su vez cada uno de estos tipos se divide en varios subtipos que son enfermedades diferentes en su sintomatología, pronóstico y tratamiento.
Síntomas
Los signos y síntomas del linfoma pueden incluir:
- Ganglios linfáticos hinchados en el cuello, las axilas o la ingle.
- Fatiga persistente
- Fiebre
- Sudores y falta de aliento nocturnos
- Dificultad para respirar
- Tos
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Picazón en la piel
Causas de los Linfomas
El origen de los linfomas no está del todo claro y los médicos no están seguros de sus causas. El proceso comienza cuando un glóbulo blanco llamado linfocito, sufre una mutación genética. La mutación le dice a la célula que se multiplique rápidamente, y se crean muchos linfocitos enfermos que continúan multiplicándose. La mutación también permite que las células sigan viviendo cuando otras células normales morirían. Esto produce demasiados linfocitos enfermos e ineficaces en los ganglios linfáticos y hace que los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado puedan llegar a hincharse.
¿Cómo se diagnostica un linfoma?
Existe un gran desconocimiento en torno a esta enfermedad, aunque se están consiguiendo muchos avances en la materia. Tanto en la comunidad como entre profesionales de la salud hay diversos e importantes malentendidos y poca información sobre este tipo de cáncer. De hecho, la gran mayoría de los pacientes puede llegar a ignorar que era un linfoma antes del recibir el diagnóstico.
Conocer y ser consciente de las características, atender a los factores de riesgo y síntomas del linfoma podría permitir a los médicos y pacientes a descubrir antes la enfermedad y poder realizar el tratamiento adecuado.
El diagnóstico del linfoma en las primeras fases de la enfermedad puede ser difícil debido a que los síntomas no son específicos y pueden ser comunes a otras enfermedades. Las manifestaciones clínicas son muy variables y dependen de cada tipo de linfoma y del estadio en que se encuentre la enfermedad. Estas manifestaciones pueden ser:
- Inflamación no dolorosa de los ganglios linfáticos, que pueden palparse en el cuello, hueco supraclavicular, axilas o ingles, entre otras localizaciones.
- Fiebre de causa desconocida.
- Sudoración profusa.
- Pérdida de apetito y peso en pocos meses.
- Tos, dolores en el pecho o problemas respiratorios, en las afectaciones de los ganglios del tórax.
- Picores persistentes sin lesiones visibles.
- Fatiga y cansancio.
- Dolor abdominal, aumento del perímetro abdominal.
Factores de riesgo
En general, el riesgo promedio de un hombre de desarrollar linfoma no Hodgkin durante la vida es de alrededor de 1 en 42; para una mujer el riesgo es de alrededor 1 en 52. Sin embargo, el riesgo de cada persona también puede variar por distintos factores de riesgo.
El linfoma no Hodgkin puede presentarse a cualquier edad. De hecho, es uno de los cánceres más comunes tanto en los niños, adolescentes como en los adultos jóvenes. Aun así, el riesgo de padecer linfoma no Hodgkin aumenta durante toda la vida, y más de la mitad de los pacientes tienen 65 años o más en el momento del diagnóstico. El envejecimiento de la población de las personas que viven en los Estados Unidos probablemente contribuya a un aumento en los casos de linfoma no Hodgkin durante los próximos años.
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer linfoma se incluyen los siguientes:
– La edad. Algunos tipos de linfoma son más frecuentes en adultos jóvenes, mientras que otros se diagnostican con mayor frecuencia en personas mayores de 55 años.
– Ser hombre. Los hombres tienen un poco más de probabilidades de desarrollar linfoma que las mujeres.
– Peso. Pérdida de peso involuntaria cercana al 10 % del peso corporal.
– Tener un sistema inmunitario afectado. El linfoma es más frecuente en personas con enfermedades del sistema inmunitario o que toman medicamentos que inhiben este sistema.
– Contraer determinadas infecciones. Algunas infecciones se asocian con un riesgo mayor de padecer linfoma, como el virus de Epstein-Barr y la infección por Helicobacter pylori.
– Exposición a ciertos productos químicos y medicamentos. Algunos estudios (Aún sin concluir) han indicado que ciertos químicos como el Benceno o medicamentos utilizados en quimioterapia o para tratar la artritis, puedan aumentar el riesgo de padecer un linfoma no Hodgkin.
– Historial familiar. Tener un pariente de primer grado (padre, madre, hijo[a], hermano[a]) con linfoma no Hodgkin aumenta el riesgo de padecerlo.
– Exposición a la radiación. Aquellas personas que hayan estado expuestas de forma considerable a radiación, así como aquellos que han sobrevivido a explosiones o accidentes atómicos o quienes están expuestos al gas radón, son más propensos a desarrollar linfoma. Los rayos X terapéuticos no incrementan el riesgo de linfoma.
– Infecciones. Algunos tipos de infecciones pueden aumentar el riesgo de linfoma no Hodgkin de diferentes formas:
- Infecciones que directamente transforman a los linfocitos.
- Infecciones que debilitan el sistema inmunitario
- Infecciones que causan estimulación inmune crónica
– Implantes Mamarios. Aunque es poco común, algunas mujeres con implantes de seno desarrollan un tipo de linfoma anaplásico de células grandes (ALCL) en sus senos.
Cada tipo de linfoma se comporta, se propaga y responde al tratamiento de manera diferente, por lo que un abordaje holístico, temprano e individualizado es clave para su tratamiento y desarrollo. La medicina de precisión juega, en este sentido, un papel determinante ya que será capaz de detallar cómo debe abordarse cada caso, en cada persona.
En este sentido, la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL), en conmemoración del Día Mundial de Concientización sobre Linfoma ha lanzado la iniciativa “La otra cara del linfoma”, con la que pretenden recordar a toda la población los síntomas inespecíficos que presenta este tipo de cáncer en la sangre, los cuales deben detectarse lo más pronto posible.
Del mismo modo, quieren reivindicar la importancia de tener en cuenta que detrás de esta enfermedad hay una persona, por lo que los diagnósticos, los tratamientos y la inversión en investigación no deben detenerse.
ENLACES DE INTERÉS
Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia
AEAL(Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia)
Asociación Española contra el Cáncer
https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/linfoma-no-hodgkin
https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/linfoma-tipo-hodgkin
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia
http://www.sehh.es/es/pacientes